Hoy por mañana un amigo muy querido me telefoneó con motivo de mi aniversario de boda. Fue un detallazo de su parte porque, si bien nos hemos guardado un cariño sincero a través de los años, son pocas las ocasiones en las que nos llamamos o nos vemos. Pero es de esos amigos que, no importa el tiempo transcurrido, siempre está. Bueno. Después de los saludos y las felicitaciones y los "cuántos años son?" y los "y tú ¿ ya cuánto llevas de casado?" y de repasar la lista de nuestros amigos en común y sus estados civiles actuales, el tema nos llevó a la reflexión.
Resulta que en nuestro status de casados ahora somos parte de una minoría, por lo menos dentro de nuestro grupo de amistades o conocidos más cercanos.
Y respeto y admiro a mis amigos y amigas que tomaron la decisión de separarse o divorciarse. Debe ser, además de dolorosa, una de las decisiones más valientes que una persona ha de tomar cuando ya no ve una mejor salida. Cuando la relación de tan rota ya no tiene compostura.
Sin embargo salgo a la defensa de los que estamos del otro lado
Respeto (me) y admiro (me) a quienes, sin importar los embates que tengan en su relación, no la dejan perder. Porque somos tanto o más valientes y fuertes cuando no desistimos ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera.
En tiempos en los que el matrimonio está sub-valorado puedo decir que estoy orgullosa de estar celebrando el dia de hoy otro aniversario.
Hace once años comencé a compartir mi vida con alguien más, con la convicción de que sería "hasta que la muerte nos separe". Nos elegimos mutuamente como la persona del resto de nuestra vida. Y la vida, las circunstancias, el destino ( nómbrele como más le guste) nos ha puesto pruebas de todos tamaños que hasta ahora han sido superadas. Hoy, a través de Él, de mi compañero de vida, he conocido mis fortalezas y mi debilidades. He conocido mis capacidades y creo, sin temor a equivocarme, que soy mejor persona (por lo menos lo intento cada día)
Esta vida junta es camino de dos vías, al mismo tiempo que se camina en una misma dirección. Es de compartir, es de dar y recibir. Es pues un contrato, que suena mejor si se pronuncia como votos o promesas.
Hoy, al igual que hace 11 años, pero ya con conocimiento de causa, renuevo mi contrato, mi promesa de aceptarle tal y como es, con la conciencia de que los dos vamos ir cambiando en el camino y que aceptaré esos cambios; le prometo que tal vez no sea todo perfección, pero si será todo lo mejor que se pueda.
"Si para recobrar lo recobrado,
Debí perder primero lo perdido.
Si para conseguir lo conseguido,
Tuve que soportar lo soportado.
Si para estar ahora enamorado,
Fue menester haber estado herido.
Tengo por bien sufrido lo sufrido,
Tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprobado,
que no se goza bien de lo gozado,
sino después de haber padecido.
Porque después de todo he comprendido, que lo que el árbol tiene de florido, viene de lo que tiene sepultado"
¡Me encantó! felicidades Gaby te deseo que sea la primera de muchísimas. Bien hecho un besote :)
ResponderEliminarHola Gaby!! Muy bien escrito y bien resumido... les deseo muchos años más juntos y en la lucha.Un abrazo fuerte!!
ResponderEliminarAnimelda
Qué tal te va? No aparece mi comentario anterior, pero te reitero excelente trabajo y totalmente de acuerdo en la idea! Feliz aniversario nuevamente!
ResponderEliminar@MaryFerRM
Estoy en tu equipo y coincido perfectamente, en mi caso 14 años y contando!
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